Conversaciones sobre sostenibilidad y seguridad alimentaria

Hace unos meses, Ana, de Anacos Sostenibilidad y yo, nos juntamos para hablar sobre las prácticas del estilo de vida sostenible y cómo, en ocasiones, no nos damos cuenta de las implicaciones que tienen para la seguridad de los alimentos que vamos a consumir.
De esa conversación, sale este artículo, que hemos querido dejar en formato de diálogo porque así fue como surgió, aunque hemos dividido las preguntas por bloques temáticos para facilitar la lectura.
TIPOS DE MATERIALES PARA ENVASES Y CÓMO DE SEGUROS SON
Ana de Anacos Sostenibilidad: En los últimos años, se está popularizando llevar los envases al súper y también el batch cooking (que requiere muchos envases) como método de organización de comidas para evitar el desperdicio alimentario.
Se habla de que los envases de plástico pueden ser nocivos para la salud si se utilizan durante mucho tiempo y, por eso, se están popularizando otros materiales como los envases de metal, de vidrio y también de fibra de bambú. Desde el punto de vista de la sostenibilidad pueden tener sus ventajas; por ejemplo, el vidrio es muy duradero y reciclable, el metal es resistente, pero a la vez ligero, y la fibra de bambú procede de una fuente renovable y es aún más ligera que el metal. ¿Cómo se ven estos materiales (plástico, metal y bambú) desde el punto de vista de la seguridad alimentaria?
Elena de Elena González Seguridad Alimentaria: Lo primero en lo que nos debemos fijar siempre es en que, en los envases, se indique que son aptos para el contacto con alimentos (por ejemplo, con el icono del tenedor y la copa).
También deberemos fijarnos en las recomendaciones de uso que se indiquen en el envase, como que sea apto para lavar en el lavavajillas o que pueda utilizarse en el microondas o para congelar.
Respecto a los materiales:
- Envases de plástico: son una opción segura, pero se deterioran con bastante facilidad y absorben olores y sabores. Lo de los sabores y los olores no es realmente un problema de seguridad alimentaria, pero sí lo son las marcas y arañazos, que son huecos estupendos para que las bacterias puedan multiplicarse a su gusto porque pueden retener restos de alimentos, humedad y son de muy difícil acceso.
- Envases de vidrio: serían la mejor opción, por resistencia, durabilidad y facilidad de limpieza.
- Envases de metal: El acero inoxidable es una opción muy buena también, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria. El aluminio, que también es bastante habitual, no es lo más recomendable, principalmente para alimentos ácidos (y, sobre todo, ácidos y calientes) porque el pH ácido y la alta temperatura favorecen la migración del aluminio a los alimentos.
- Envases de bambú: Si el envase solo lleva bambú, no hay problema (a no ser que esté astillado o muy gastado o con marcas o arañazos). Sin embargo, aquellos que dicen que están hechos con bambú, pero en realidad son de materiales plásticos mezclados con fibras o polvo de bambú, esos no están autorizados por la Unión Europea para su uso alimentario porque pueden liberar sustancias tóxicas (melamina y formaldehído) cuando se calientan a altas temperaturas.
Otro día hablaremos también de qué precauciones debemos tener a la hora de llevar nuestros envases a las tiendas donde está permitido usarlos para hacer la compra.
CÓMO REUTILIZAR LOS ENVASES CON SEGURIDAD
Ana: Como primer mandamiento del zero waste, las personas consumidoras recurrimos mucho a la reutilización de envases y creo que puede ser interesante debatir sobre la seguridad alimentaria en este aspecto. Por ejemplo: ¿Cómo lavar bien los botes de cristal para reutilizarlos en casa?
Elena: Los botes de cristal se limpian fácilmente con agua y jabón, frotando bien o en el lavavajillas, e hirviéndolos en agua para esterilizarlos si fuera necesario.
Ana: ¿Es seguro reutilizar las tapas?
Elena: Debe confirmarse primero que están en buen estado (sin óxido, sin golpes…). Si no lo están, es mejor desecharlas porque pueden favorecer la contaminación de los alimentos que almacenemos en ellos, por ejemplo, por no permitir el cierre correcto o porque el óxido de la tapa entre en contacto con el alimento. Y, si se van a reutilizar para hacer conservas, mejor usar siempre tapas nuevas.
Ana: ¿Los envases de comida a domicilio se pueden reutilizar con usos alimentarios? Por ejemplo, la comida china muchas veces viene en unos envases blancos de plástico duro que en mi casa reutilizamos de toda la vida, pero la verdad es que me cuestiono si se debe hacer esto. También están los envases de comida a domicilio de plástico más blando, que se parece al de las botellas de plástico PET, pero en realidad es PP (polipropileno o plástico identificado con el número 5). Yo estos los reutilizo para usos no alimentarios, como para guardar cositas pequeñas o como separadores de cajones. Pero, ¿se podrían reutilizar con usos alimentarios?
Elena: No son envases pensados para reutilizarse para uso alimentario, al igual que las botellas de agua, porque el fabricante no puede garantizar que no se produzcan migraciones de compuestos del envase a los alimentos o bebidas. Si los quieres reutilizar, mejor para usos no alimentarios; lávalos bien con agua y jabón y listo.
Ana: Y ya que salió el tema de las botellas de PET, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria: ¿reutilizar o no reutilizar?
Elena: No reutilizar, porque el envase no está pensado para reutilizarse y no se puede garantizar que, con el uso reiterado, no se produzcan migraciones del plástico al agua. Además, no se suelen lavar (riesgo microbiológico) y, si se lavan, se estropearán aún más rápidamente.
Ana: Como comentabas el otro día, creo que sería interesantísimo hablar sobre los envoltorios de cera de abejas desde el punto de vista de la seguridad alimentaria. En cuanto a sostenibilidad, son interesantes porque si se usa tela de algodón y cera de abejas, se están empleando materiales de origen renovable y son biodegradables al final de su vida útil. También están las tapas de silicona que se adaptan a distintas formas. Desde el punto de vista de la sostenibilidad tienen la ventaja de la durabilidad, pero a veces se cuestiona el uso de la silicona por su proceso productivo y la incerteza de su gestión final como residuos. Ahora mismo no hay un sistema de reciclaje para productos de silicona.
Elena: Los envoltorios de cera de abeja, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, me espantan un poco, ja, ja. No son sencillos de lavar y permiten la adherencia de todo tipo de microorganismos, tanto del aire, como de las manos, como de los alimentos. Yo no los recomendaría, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria; hay otros muchos materiales y envases mucho más higiénicos, seguros e igual de prácticos y sostenibles.
La silicona sí es un material seguro. Es inerte, resistente, se puede lavar con facilidad y tiene una durabilidad muy elevada. Es un material muy seguro y recomendable, siempre que en las instrucciones ponga que es apto para el contacto con los alimentos.
LAS BOLSAS PARA LA COMPRA
Ana: Las alternativas de bolsas también me parecen interesantes. Desde el punto de vista de la sostenibilidad se comparan muchas veces las ventajas y desventajas de las bolsas de un solo uso de plástico, bioplástico y papel, así como las reutilizables de algodón frente a tejidos y no tejidos de plástico. Sin embargo, (creo) que no se suele debatir tanto desde el punto de vista de la seguridad alimentaria (aunque igual es simplemente porque no presto tanta atención a este tema y leo mucho más sobre sostenibilidad). A mí me encantaría ver una comparación de las distintas bolsas considerando la seguridad alimentaria.
Elena: Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, las mejores bolsas son aquellas que se puedan lavar con agua y jabón, sin que se desintegren. Así que, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, las mejores serían las de tela porque las metes en la lavadora y te aseguras que van a quedar bien limpias. Tampoco estaría de más mencionar que deberíamos seguir unas buenas prácticas de higiene a la hora de ir a hacer la compra, como no utilizar las mismas bolsas para las cosas sucias (carne, pescado, frutas, verduras…) que para las cosas limpias (yogures, conservas, alimentos listos para consumir, etc.). Esto nos permitiría tener bolsas que no haría falta lavar tan a menudo o que se podrían reutilizar, de forma segura (desde el punto de vista de la higiene), hasta el final de su vida útil.
Ana: Me parece interesantísima esta confluencia entre sostenibilidad y seguridad alimentaria y creo que podríamos tratar muchos temas. Gracias, Elena. Me encantará seguir esta conversación con muchas cuestiones más.
Elena: Gracias a tí, Ana. Nos hemos dejado un montón de cosas muy interesantes, como el desperdicio alimentario y hasta qué punto podemos aprovechar la comida sin que nos provoque problemas de salud. Vamos a tener que repetir, ja, ja.
Espero que os haya gustado y, si os interesa este tema, podéis dejar vuestras preguntas en comentarios o enviarlas a elena@egseguridadalimentaria.com y Ana y yo las responderemos.
Os recomiendo también que le echéis un ojo al blog de Ana y a su cuenta de Instagram, son realmente interesantes si queréis entender un poco más qué es, realmente, la Sostenibilidad y nos da muchas ideas, muy prácticas, para vivir de una manera más sostenible.
Nada más, gracias por llegar hasta aquí :)
Elena.